La infancia es la etapa de la vida que abarca desde el momento de la fecundación hasta los doce años.
Es una etapa que se caracteriza por un gran crecimiento en todas las áreas: somática, psicomotriz, afectiva, social, sexual, intelectual… y, conlleva la adquisición de diversas capacidades tales como el aprender a caminar, el lenguaje, el control de esfínteres, la regulación emocional, los distintos aprendizajes escolares, el juego, etc,
Frecuentemente se ha idealizado la infancia, dando la imagen de una época plenamente feliz.
Pero, a menudo, en la práctica clínica nos enfrentamos con una realidad distinta.
Existen muchos factores, desde el componente genético hasta las condiciones del entorno en el que el infante se desarrolla, que pueden complicar su adecuada evolución.
La psicoterapia infantil pretende ayudar a paliar los efectos que estos factores pueden tener (retrasos en el desarrollo, problemas de comportamiento, problemas escolares, trastornos del ánimo, dificultades en el sueño y alimentación, etc), dotando de recursos tanto a los padres como a sus hijas/os.
Es por ésto que el éxito de la terapia aumenta cuando los padres se implican activamente y, con sus hijas/os y el/la profesional trabajan conjuntamente explorando las interacciones y el apego establecidos entre ellos porque son factores que modelan el desarrollo cerebral, mental, emocional…